Al final del siglo
XVIII se desarolla la construcción de edificios de alquiler.
Si son de estilo muy clásico, algunos destacan por el uso
de placas esculpidas para decorar las fachadas.
Así es en el
edificio diseñado por el arquitecto Jean-Louis Blève
para el señor Pierre Guérard, en la esquina de la
calle Vieille du Temple y de la calle de Bretagne. Las placas,
repetidas, representarían los Cinco Sentidos.