En la calle des Pavillons,
el arquitecto Frédéric
Borel diseñó una fachada realmente original.
Aquí los planos
se ríen de las formas cuadradas y de las verticales.
Algunos visten colores, otros enmarcan cristales trapezoidales.
El conjunto se yergue como una
figura enigmática ofrecida a la imaginación
del viandante.