Encontramos otra parejita
en la puerta del número 37 de la calle La Bruyere.
Representan personajes
más románticos y también miran hacia la misma
dirección.
Dicen que serían
vecinos de la primera hora.
Lo cierto es que llevan
gorras de pintores y ya que son muchos los que se instalaron en
esta zona, es una mentira razonable.