Los primeros sellos
aparecieron en Francia en 1849 y desde el principio se desarrolló
una nueva afición: la Filatelia.
En la calle se organizaron
varios puntos de encuentro entre coleccionistas, y hacia el año
1860 uno de los lugares de intercambio más concurrido era
el "Palacio Real", y más concretamente sus jardines.
Pero estas reuniones
espontáneas provocan alboroto y al final serán prohibidas.
En 1887, un Adinerado
aficionado a los sellos legó un terreno a la Ciudad de
París, el "Carré Marigny", con la condición
que se admitiese en este sitio un mercado de sellos al aire libre.
Y así es cómo nació el Mercado de los Sellos
de París.