Lo que más despista
el observador ajeno (y como puedes verlo, algunos se atreven a
unas posiciones arriesgadas) es la increible mezcla de referencias
históricas y de ligereza que se nota en estas circunstancias.
Los mismos que se alegran
al ver que los viejos anarquistas españoles que se refugiaron
en París años atrás colgaron la banderola
"No Pasarán" en el principio del recorrido,
caminarán más tarde cantando coplas que no tienen
nada que ver con los asuntos políticos, como "I will
Survive", "Shame on you", "Douce France"
o "la vie en rose"...
Será que en
el fondo de cada parisino yace la idea que siempre podremos tomar
de nuevo La Bastille.