En aquel
entonces, el asunto escolar ya era un tema de pelea.
Para fortalecer la República,
se trataba de liberar la enseñanza de la influencia de
los religiosos, sospechosos de sostener la monarquía.
Al crear las Escuelas
Normales, el estado desarolló instituciones laicas
de formación de los profesores de primaria.
Los batallones
de profesores con sobrios vestidos pardos tenían una misión
elevada : instruir a la población francesa en un contexto
laico.
Eso no
le gustaba al clero y por eso algunos designaron a los profesores
como húsares negros de la República.
Ya pasó
mucho tiempo pero el tema de la
laicidad sigue muy sensible y las peleas renacen periodicamente.