más insólito

La Playa de la Villette

Entre las numerosas actividades organizadas para alegrar el verano de los parisinos, yo me dejé seducir por las clases de baile.

Pasé un largo rato contemplando a estas personas de todas las edades, empeñándose en ejecutar algún sirtaki presentable.

Este sitio desprendía una alegría de vivir comunicativa.

 

Como en la orilla del Sena, está prohibido bañarse. Así que para refrescar a la gente, instalaron una gran zona de brumisadores.

Si me encantó el diseño de estos aparatos, confieso que no imité a los niños y no me arriesgué en medio de este polvo de agua.

 

Pero tampoco noté muchos clientes para esta instalación: al estar en la orilla que se beneficia del sol de la mañana, resulta en la sombra por la tarde y pierde de su interés.

 

En cambio me pareció muy acertada la instalación de esta caseta y de sus sombrillas, perfectas para disfrutar del sol de la tarde, tras una jornada de trabajo.

 

Comparando con la parte central de París playa, la instalación de la Villette resulta mucho más auténtica, con parisinos de a pie disfrutando de un rato agradable en medio de su barrio.