Las Arenas de Lutecia

Poca gente imagina al contemplar esta puerta que se halla 49 calle Monge, que da acceso a un asombroso anfiteatro romano.

Los especialistas estiman que fue construido al final del siglo I. Pero en aquel entonces la colina de Santa Genoveva no formaba parte de la ciudad de Lutecia y con las invasiones bárbaras el sitio se perdió en la memoria colectiva.

Algunos textos de la Edad Media mencionan la existencia de las Arenas pero su verdadero renacimiento ocurrió en los años 1860.

 

Los primeros vestigios fueron descubiertos en 1869 por Théodore Vaquer, cuando empezaron las obras para crear la Calle Monge.

 

Pero la preservación del patrimonio no era entonces una prioridad y una parte del anfiteatro fue destruida por la construcción de un garaje de autobuses.

Eso provocó un escándalo y una asociación de doctores se creó para proteger el sitio. En 1883 es cuando Victor Hugo escribió al presidente del Municipio de París y poco despues el Municipio compró los terrenos y consiguió la clasificación de las Arenas como Monumento Histórico.

La restauración del anfiteatro se acabó en 1918 y eso es lo que uno puede contemplar ahora.

 

La parte central de las Arenas mide 50 metros y las graderías iniciales podían acoger casi 17000 espectadores.

El anfiteatro también tiene una amplia escena de 40 metros de largo.

 

Antaño aquí organizaban espectáculos de teatro y combates contra fieras. Ahora es un espacio público compartido entre los niños que juegan fútbol y los estudiantes repasando las lecciones...

Cuando ya disfrutaste del sitio, solo falta salir por el antiguo vomitorio que desemboca Calle de Navarre.

Entonces podrás pasar un rato en un sitio peruano o perderte con delicia en el Jardín de las Plantas.