La entrada en la Calle
Saint-Augustin es una parte del antiguo palacete de Gesvres y
de su patio. Construido en 1655 y convertido en casa de juegos
al principio del siglo XVIII, el palacete fue incorporado a la
construcción.
El pasaje mide 3,90
metros de ancho y 190 metros de largo.
Su decoración
es sencilla y consiste en una sucesión de arcadas idénticas,
relativamente bien preservadas.
La singularidad de
este pasaje es que reune en un espacio reducido comercios con
dominante cultural, restaurantes baratos y tiendas de ropas con
o sin marcas.
Eso explica que todavía
sea un lugar bastante popular.