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El Pasaje de los Panoramas

La entrada principal del pasaje de los Panoramas se halla en el número 11 del Bulevar de Montmartre.

Fue abierto en 1800 en la manzana liberada por la demolición del Hotel de Montmorency.

En aquel entonces se trataba de dar acceso a dos rotondas en donde el americano William Thayer presentaba panoramas y de allí fue derivado el nombre del pasaje.

 

Las rotondas fueron demolidas en 1831 y a partir de 1834 es cuando el pasaje fue completamente transformado por el arquitecto Jean-Louis Grisart para llegar a su forma actual.

El tramo principal tiene 133 metros de largo y 3,2 metros de ancho y camina desde el Bulevar de Montmartre hacia la Calle Saint Marc.

La parte más llamativa se halla cerca del Bulevar. Pero unos metros más allá, el pasaje presenta otros encantos.

 

En el número 57, un restaurante / salón de té se instaló en la antigua tienda de un famoso chocolatero.

Uno todavía puede admirar los pilares de madera de la fachada, el techo de artesones de la tienda y los espejos interiores.

Según parece, es un sitio bastante concurrido a la hora de comer. Pero siempre queda la posibilidad de perder un momento saboreando una tarta a la hora del té...

Al lado de este sitio, varios escaparates invitan a curiosear rumbo a la tienda más antigua del pasaje.

 

En 1830 es cuando el grabador Stern se instaló en el Pasaje de los Panoramas.

En aquel entonces era el proveedor de toda la gente elegante y un simple vistazo a los salones interiores da una idea del arte de vivir en el siglo XIX.

El establecimiento supo conservar sus excepcionales competencias técnicas y todavía es una referencia para quién quiere conseguir tarjetas o impresos de prestigio.

Basta con mirar detenidamente las realizaciones presentadas en los escaparates para entender que aquí estamos a la frontera del puro arte.

 

Pero el pasaje de los Panoramas no se limita a estas preciosidades.

Y las galerías añadidas en 1934 cuentan otra historia.