Entre el Sena y el
parque pasa una de estas autopistas que permiten entrar en la
capital pero una alta terraza te libra del infierno automovil.
Desde la parte alta,
puedes contemplar el rio, la Gran Biblioteca y el batofar.
Desde la parte baja,
ya no te molestan los coches y puedes disfrutar del canto del
agua al pie de esta moderna cascada.
Aquí estás
en uno de estos "pulmones verdes" del Este parisino
y entre el "prado" y el "jardín romántico",
puedes pasar un rato en la zona de los cuadros.