En uno de los lados
del patio, uno encuentra un edificio semi industrial, con inmensas
ventanas, ideales para dar luz a los talleres de los artesanos.
Ya en la época
de la Revolución Francesa, este barrio contaba una gran
cantidad de artesanos fabricando muebles.
En el siglo 19, instalaron
fabricas de lozas, de papeles pintados, ...
Hoy la callecita que
llevaba a los talleres se parece cada día más a
un jardín.