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El "Village Saint-Paul"

El "Village Saint-Paul" forma parte de estos rincones que el hombre con prisa no encuentra.

Si por casualidad pasea por la calle de los Jardines de Saint Paul, a lo mejor se fijará en el vestigio de la muralla de Philippe-Auguste que bordea un espacio deportivo. Pero no notará el pórtico en el número 18 de esta calle.

 

Con suerte le interesarán los grabados y se parara en el pórtico del númro 26.

Pero lo más probable es que considere que eso lleva al patio interior de un edificio y que no investigue más.

 

En la tranquila calle de los Jardines de Saint-Paul, la entrada más llamativa del "Village Saint-Paul" se ubica en el número triple 10-12-14.

Aquí un modesto cartel indica el nombre del sitio y, de alguna forma, te invita a entrar en esta manzana que bordean la calle de los Jardines de Saint-Paul, la calle Charlemagne, la calle Saint-Paul y la calle del Ave Maria.

 

Entonces el paseante atrevido descubre un patio tranquilo y su árbol gigante.

Y así es como uno se pierde en este laberinto de patios.

 

La historia de esta manzana empieza cuando el rey Charles V se instaló en esta parte de París. Entonces estaba ocupada por hoteles particulares.

Pero perdió su interes cuando los reyes se instalaron en Le Louvre y la manzana se transformó hacia llegar a ser considerada como insalubre.

Fue salvada por André Malraux y el arquitecto Felix Gatier la rehabilitó entre 1970 y 1981.

Así es como nació el Village Saint-Paul.