El espíritu
del lugar es más fácil de percibir cuando uno llega
por la calle Saint-Paul.
Desde la entrada que
se halla en el número triple 23-25-27, es evidente que
en estos patios uno encontrará tiendas de antiguedades.
Pero también se instalaron artesanos de arte, galerias
e incluso la Asociación para el Desarollo de la Animación
Cultural, apoyada por el Municipio de París.