El elemento más evidente de la restauración es la sucesión regular de farolas.

Si la galería fue una de las primeras que se benefició de iluminación por gas, ahora los globos esconden bombillas, y dejan ver en la parte alta de las columnas que ritman la galería, una figurita de niño sentado entre dos cornucopias.

Luego es preciso mirar hacia los techos que separan las vidrieras para descubrir las preciosas pinturas clásicas de la galería.

En una de estas pinturas, la diosa Minerva, patrona de los artesanos, aparta las nubes.

En otra parte un cuadro representa a un angelito trayendo una cesta de frutas.

Mientras tanto el multifácetico dios Apolo convoca los Artes entre las actividades de la galería.

Pero la galería destaca no sólo por sus decoraciones sino también por la categoría de tiendas que alberga.