La tercera entrada de la Galería Vivienne se ubica en el número 6 de la Calle Vivienne.

Aquí es donde vivía el notario Marchoux.

Aquí es donde Jean-Paul Gautier instaló una tienda en 1986, contribuyendo al renacimiento de este lugar.

Esta entrada da acceso a una primera galería larga de casi cincuenta metros.

Instalada en medio de los edificios existentes en la parcela, no luce la colección de arcadas de otras partes.

Los escaparates son rectangulares y el espacio es iluminado por una vidriera rectangular clásica. Pero seguimos con el mismo mosaico en el suelo.

Al final de esta galería hay una librería.

Dicen que fue creada en 1825 y que la decoración sigue la misma desde el origen.

No tuve la posibilidad de controlarlo pero me enamoré de su cartel muy representativo de los carteles antiguos que uno encuentra al azar.

Esta primera galería se acaba en una sala rectangular.

Este espacio es otro invento del arquitecto para disimular el desnivel entre la primera galería y la siguiente y poner el recodo en escena.

La sala rectangular da acceso a La Galería Principal.

Larga de 42 metros, se acaba en la Rotonda. Dicen que se inspira de la Gran Galería del Louvre, con arcos de medio punto soportando la vidriera.

Lo cierto es que es la parte más alta de techo de la Galería Vivienne y eso da una sensación espectacular de espacio.

Y como para invitarte a disfrutar del sitio, incluso hay un salón de té con terraza en la galería.

¿Té, café o chocolate ?