alampándose

Las colecciones de Pierre Hermé

La felicidad empieza al lado de la iglesia Saint Sulpice, Calle Bonaparte, N° 72, en esta tienda cuyo diseño evoca una joyería.

Si las especialidades de la casa no son de oro o de diamante, todavía son joyas, pero de las que produce la alta pastelería francesa cuando el creador es un genio de las asociaciones de sabores.

 

La primera lección de felicidad empieza con los surtidos de macarrones y algunas asociaciones asombrosas:
- chocolate de leche / maracuyá,
- vainilla / aceite de oliva
- pistacho / guinda
- ...

Por cierto aquí las preparaciones siguen el ritmo de las temporadas, pero en cualquier momento encontrarás macarrones de café, de chocolate amargo o de rosa...

 

La lección siguiente consiste en saborear una de las especialidades presentadas en copitas.

En esas se juntan no solo mezclas de sabores asombrosas sino también diferencias de texturas que amplían todavía emociones y sensaciones.

Yo me dejé seducir y despues de probar varias de estas copitas, también exploré pasteles más clásicos y pasteles de Navidad.