La Villa Léandre forma parte de los sitios asombrosos de la colina de Montmartre.

Basicamente es un callejón sin salida cuya entrada se halla al nivel del número 23 de la Avenida Junot.

Creada en 1926, la villa solo mide 69 metros de largo y 6,7 metros de ancho, pero da a soñar a la mayoría de sus visitantes.

Aislada de la agitación de la zona del Sagrado Corazon, destaca por su tranquilidad y por el estilo de las casas que bordean la callecita.

Si fueras despistado, podrías imaginar que estas paseando por algún barrio selecto de Inglaterra.

Pero estás en Montmartre y por aquí es donde Max Ernst divisó correspondancias entre sueño y realidad...

La verdad es que la Villa tiene encanto.

No faltan ni las pinturas color de caramelo inglés, ni los objetitos destinados a albergar las almas de los lares.

Pero el sitio ya forma parte de varios itinerarios parisinos y me parece cada vez más concurrido.

Y si el juego es soñar de una casa en la colina de Montmartre, personalmente, prefiero la casa de Tristan Tzara...