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Mallet-Stevens, Calle Méchain

Difícil imaginar que la muy tranquila calle Méchain alberga una construcción de Mallet-Stevens si no notas, de paso, una de estas ventanas redondas luciendo una vidriera de estilo muy moderno.

Entonces sólo falta entrar en el edificio clásico que se ve desde la calle y atravesarlo rumbo al patio trasero.

 

En la extremidad de esta parcela rectangular, el arquitecto levantó un inmueble de alquiler, contando 14 viviendas, separado del edificio inicial por un pequeño jardín.

La construcción de Mallet-Stevens tiene la forma de un L y destaca por su juego con los volúmenes y la disimetría de sus dos alas.

En la anchura de la parcela, el edificio sólo cuenta seis niveles orientados hacia el Norte.

El dibujo de las ventanas y el eje vertical de la vidriera dan un respiro a la construcción.

 

La parte construida en la longitud de la parcela mira hacia el Este y alcanza nueve niveles.

De alguna manera, es una auténtica recopilación de todo lo que inventó el arquitecto para que los edificios no resulten aplastantes.

Grandes ventanales horizontales, ventanas en la esquina, juegos de volúmenes, plantas altas de superficie reducida, tejados-terrazas...

A pesar de su tamaño, el edificio no parece macizo.

 

Reuniendo las dos alas, una torre cuadrada cuya vidriera moderna subraya la verticalidad, alberga la entrada y una magnífica escalera de caracol gozando de una suave luz natural.