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Un Pasaje Sin Nombre

La calle Pascal y la calle Broca caminan entre los distritos V y XIII y comparten una característica rara: pasan por debajo del bulevar de Port Royal, preservando cierto desfase con la agitación del Bulevar.

En el número 40 de la calle Pascal, la alta entrada del edificio de ladrillo rojo reserva otra sorpresa.

En este punto empieza una larga parcela que casi llega hasta la calle Broca.

 

Nada más entrar, uno descubre una callecita peatonal, bordeada de aceras rojizas y comunicando edificios de varias plantas por un lado, una fila de casitas por otro.

En el fondo, un alto edificio moderno recuerda que estamos en una gran ciudad.

Pero al adentrarse en la callecita, uno constata que los dueños del lugar lo cuidan atentamente.

 

 

El suelo adoquinado, los colores de las casas, las plantas y flores que acompañan el paseo, ...
el conjunto conlleva cierta armonía e invita a pensar que la vida será muy suave en este lugar.

Los dueños todavía no se escondieron detrás de rejas y la callecita tiene salida en la calle Broca.

 

Entonces sólo falta echar un último vistazo sobre la entrada de la calle Broca y seguir caminando en busca de otros rincones de este tipo.